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25 de noviembre de 2024

Canal 7

El Canal de Jacobacci

Salinas del Gualicho: Inmensidad, leyendas y belleza en una excursión épica

3 minutos de lectura

Al igual que todos los veranos, miles de turistas arriban a las playas de Las Grutas y San Antonio Oeste para disfrutar un entorno costero inigualable y un sinfín de actividades únicas, entre las que se destaca la maravillosa experiencia de conocer las Salinas del Gualicho, un infinito de sal que conforma un atractivo maravilloso y plagado de misterios.

Este fantástico lugar se encuentra a 50 kilómetros al oeste de Las Grutas, desde donde habitualmente salen excursiones encabezadas por diferentes prestadores. Se trata de una propuesta destacada debido a las características del lugar que permite a las y los visitantes deleitarse con uno de los atardeceres más bellos de la región.

Un oasis de sal

Conformadas hace millones de años por la evaporación de las aguas del mar que cubrían el lugar, las del Gualicho son una de las salinas más extensas del país con 35 kilómetros de ancho y 18 de largo y, además, se consideran unas de las más importantes a nivel industrial en Sudamérica.

Al estar ubicadas a unos 70 metros bajo el nivel del mar cuentan con un microclima sumamente particular que genera elevadas temperaturas durante el día, por lo que las excursiones se realizan durante la tarde, cuando la caída del sol recrea fantásticos paisajes sobre el reflejo del blanco espejo salino.

Para llegar hasta allí, se recomienda hacerlo a través de la contratación del servicio en agencias de viaje ya que el acceso al público de manera particular se encuentra restringido debido a que se trata de un lugar donde se explotan recursos, por lo que es importante cuidar la integridad física de quienes las visitan en las salidas guiadas que se realizan en cualquier época del año.

La épica de un paseo sin igual

Al haber diferentes prestadores que realizan excursiones, la oferta es amplia y variada. Sin embargo todas invitan a observar uno de los atardeceres más mágicos que cualquier ser humano pueda ver en su vida, gracias a los contrastes del cielo con el rosado de las salinas que está generado por una bacteria que es fundamental para la producción de la sal.

Las impresionantes vistas panorámicas permiten obtener unas fotografías únicas por la belleza del lugar o, simplemente guardar las imágenes en la memoria para no olvidarlas jamás. Algunas de las propuestas para conocer este espacio también incluyen brindis, caminatas a la luz de la luna, observación de los astros o cenas basadas en productos de la región.

Algunas de las empresas prestadoras de servicios turísticos, cuenta con la posibilidad de recorrer el Museo de la Sal, donde los turistas podrán adentrarse en el mundo de la producción salina y además disfrutar una tradicional cazuela de cordero patagónico en el Refugio de la Sal, un espacio acondicionado particularmente para la ocasión.

Los misterios que rodean un encanto inigualable

Una de las partes favoritas de las y los turistas durante el recorrido es el momento en que pueden adentrarse en las diferentes historias y leyendas que guardan las Salinas del Gualicho, un sitio rodeado de misterios y mitos vinculados a los fantasmas y los dioses tehuelches.

Según las creencias de los pueblos originarios, el dios tehuelche Ulungasum, a quien hace referencia el nombre Gualicho, habita una parte del enorme salar y solo con ofrendas se pueden atenuar sus rasgos irritables, a los que se atribuyen diferentes situaciones que nutren especialmente la misticidad del lugar.

¿Dónde se encuentran las salinas?

Para llegar a este atractivo es necesario recorrer 30 kilómetros de asfalto desde Las Grutas por las Ruta Provincial Nº 2 y 20 kilómetros de ripio por la ruta nº 59. El camino es una fiel representación de la imágen patagónica ya que permite observar un paisaje chato y sin vegetación, característico de la Estepa rionegrina.