Jacobacci: Michay 2024 , volviendo a sus raices
2 minutos de lectura«Aquél que probó el Michay, aunque esté lejos del pago, está pensando en volver porque no puede olvidarlo» (Elías Chucair)
En este 2024, donde muchas ciudades suspendieron sus fiestas, Jacobacci la tuvo. Y no fue austera, fue una reivindicación de «lo nuestro’, de nuestro ser, de nuestra esencia, de nuestra idiosincrasia. Y por eso festejemos esta fiesta!
Cómo un fruto con magia, de tierra de tehuelches y mapuches, Don Elías presentaba en sus versos el Michay. Los pueblos buscan símbolos, objetos que los representen, que los caractericen, que los haga diferentes a los demás. Y en el Michay, el grupo de alfabetizadores de aquel plan nacional, allá por 1985, vieron una forma de presentarnos ante los demás.
Y así, entre Nilda, los alfabetizadores y los alfabetizandos, promovieron esta fiesta, la fiesta de Jacobacci, nuestra fiesta. Con nuestros locutores, con nuestros cantores y bailarines, con nuestros artesanos, se dió inicio a la Fiesta del Michay. Era un lugar de encuentro, de intercambio, de mostrar nuestra cultura, de festejar nuestra identidad.
Con el correr de los años la fiesta creció y el escenario mayor recibía a grandes artistas argentinos. Víctor Heredia, León Gieco… Los hermanos Berbel, Suma Rocha… y más adelante «la Sole», el Chaqueño, Jairo, los Nocheros, Alejandro Lerner, Valeria Lynch, Las Pastillas y tantos otros… Pero a pesar de estas presentaciones, la fiesta nunca perdió la magia «del predio», del escenario «de afuera», de los puestos de comidas… ese espacio de encuentro entre jacabaccinos y visitantes. A pesar de ser el primer pueblo de la región sur en traer grandes músicos, la fiesta nunca se comercializó, nunca perdió su identidad. Y por eso, quizá en este 2024, donde muchas ciudades suspendieron sus fiestas, Jacobacci la tuvo. Y no fue austera, fue una reivindicación de «lo nuestro’, de nuestro ser, de nuestra esencia, de nuestra idiosincracia.
Y por eso festejemos esta fiesta; por eso aplaudamos a nuestros artistas, a nuestros artesanos, a nuestros productores, a nuestros emprendedores. Fuimos nosotros, fuimos el Michay, fuimos Jacobacci, fuimos «el encuentro».
La Cultura es la forma de ser y de sentir de un pueblo, y eso fuimos en los días de festejo. Es celebrar lo que somos, lo que sentimos, lo que nos hace distintos.
Felicito al intendente municipal José Antonio Mellado y su equipo, por la fiesta, por generar este espacio de encuentro. No fue una fiesta austera, fue una fiesta con los nuestros y claro que valió la pena!
Texto: José María Ramallo